DESCRIPCIÓN

Soy una madre primeriza de una niña de 9 años y un niño de 6, y digo primeriza con todo el sentido ya que a estas alturas sigo sin pillarle el tranquillo a la maternidad, mis hijos me ganan por goleada y yo sigo con la L de aprendiz cosida a la espalda.

Además trabajo en la Red comercial de una entidad bancaria, que es el camino más corto conocido para la locura, la psicopatía y la muerte cerebral. Los libros han sido siempre parte fundamental en mi vida, pero ahora son literal y literariamente, una tabla de salvación.  Este blog es simplemente un modo de recordar lecturas pasadas, desahogar frustraciones con la crítica mordaz y utilizar palabras diferentes a: "come, estudia, no grites o rentabilidad, riesgo, inversión"....

En cuanto al nombre, siento debilidad por los malos de las películas y los libros.  Otra consecuencia más de trabajar en banca.  Reivindico al Coyote, al gato Silvestre, a Cruella de Vil y a Maléfica... y por supuesto a Milady de Winter digna opositora de la corona francesa.

PATRIA - FERNANDO ARAMBURU

Por una vez, y sin que sirva de precedente, me voy a poner sería para hacer la reseña. El tema lo merece y hay que reconocerle a Aramburu la valentía de afrontarlo. 

Es la historia del anuncio del alto al fuego definitivo de la banda ETA y cómo afectó a las distintas partes de la sociedad vasca. Concretamente se centra en dos familias residentes en cualquiera de los muchos pueblos en su día controlados por ETA y se narra en primera persona por los protagonistas. Ambas familias han sido amigas de toda la vida, con esas amistades de pueblo que son a muerte....hasta que dejan de serlo y desembocan en una animadversión igual de fuerte. 

Una de las familias tiene un hijo preso por pertenecer a ETA, condenado a muchos años por asesinato. El padre de la otra familia, empresario de transportes, murió asesinado por ETA.  Durante todo el libro se juega con la posibilidad de la intervención del hijo de la otra familia en su asesinato. 

El libro es durísimo y ataca de frente el problema contándolo desde el punto de vista de cada uno de los protagonistas. La progresiva radicalización de los jóvenes, su convencimiento de que viven oprimidos por el Estado y por tanto la suya es una guerra patriótica. El miedo del resto del pueblo a oponerse a esa creciente masa radicalizada o quizá su apatía, que les hacen convertirse en cómplice y apoyo de toda la estructura de ETA. 

El amor de las madres, personificado en dos de ellas: la madre del asesino y la madre de uno muerto a manos de la Guardia Civil. Y como ese amor atávico les hace defender con más saña que nadie la lucha de sus hijos, asumir como propios unos ideales que poco antes rechazaban, aunque fuera en la intimidad.

Las víctimas y su complejo de culpa en los años más duros.  Obligados a abandonar su casa no solo por temor a represalias, sino por la hostilidad que su presencia despierta en el resto de pueblo. Cuando se anuncia el alto al fuego y la viuda protagonista se atreve a volver al pueblo, despierta las iras del sector más radicalizado, personificado en la que en su día fue su mejor amiga, hoy madre de un asesino convicto.  La vuelta se percibe en el pueblo como un acto de revanchismo, venir a restregar su victoria en las narices del pueblo oprimido una vez más por el Estado. Y también despierta miedos a represalias. Pero poco a poco la voz de los que callaron por miedo, empieza a oírse.

Enfrentar este tema de un modo tan personal, tan descarnado y tan profundo, no es fácil, ofende en aquellas partes en las que los asesinos, sus familias, sus seguidores, defienden su postura en primera persona.  También describe con maestría el,abanico de sentimientos de las víctimas: los que quieren desaparecer, borrarse el estigma de víctima de la cara, los que mantienen viva la ira y la rabia y se niegan al olvido, a ser una estadística, los que intentan seguir con su vida...

Por todo esto es una pena que, conforme avanza la novela, el autor se sumerja más en el costumbrismo galdosiano y pasen a tener mucha más relevancia los hijos que se divorcian, la carrera profesional del otro, la orientación sexual del de más allá, enfermedades, novios... Lo que viene siendo el día a día de cualquier familia en cualquier lugar, y de repente toda la descarnada dureza del tema inicial se diluye en esta cotidianidad, que igual es la intención inicial del autor, pero no la pillo.

¿Me ha gustado? Si, pero esa última deriva a mi me sobraba.  


EL DIA EN QUE SE PERDIO LA CORDURA - JAVIER CASTILLO

Dios bendito, que mierda de libro, por Dios.  No sé con quién estoy más enfadada, con el autor por escribir semejante basura o conmigo por tragármela. Si es que no aprendo.

Y una vez más la culpa la tiene el becario de marketing que escribe la reseña.  Porque a ver, tu lees que se trata de un tío que pasea en pelota picada, el día de Navidad, por Boston con una cabeza cortada en las manos y flipas. No sé si flipas más por lo de la cabeza o por el valor que hay que tener para salir en bolas por Boston con el frío que hace en invierno.  Pero flipar, flipas. Y claro, te lo lees. Y la cagas. 

Si, porque la historia es una serie de disparates en los que se mezcla el amor adolescente y la pseudo psiquiatría con una de las mayores gilipolleces que he tenido la desgracia de leer. Empieza con el muchacho este paseando la cabeza hasta que lógicamente le detienen y lo llevan al manicomio mientras intentan averiguar la identidad de la decapitada y, lo que es más importante, dónde está el resto del cuerpo.  

A partir de ahí es complicadísimo entender lo que pasa.  No se si al autor le faltó calcio al crecer, comió poco pescado o tomó muchas drogas, pero algo tan retorcido y desconcertante tiene origen patológico, fijo.  Si yo fuera su madre me preocuparía. Mucho. 

La historia está llena de flashbacks, que me desquician.  Empieza con una chicuela adolescente que va con sus padres y su hermana pequeña de vacaciones a Salt Lake.  No Salt Lake City, paraíso mormón de Utah, sino un pueblucho de sabediosdonde sin ningún atractivo especial. Y llegan ahí de vacaciones y la moza (Amanda) encuentra un papel viejo con su nombre y la fecha de ese día y un asterisco de 9 puntas dibujado, y claro, se acojona, pero no dice nada a nadie. 

Y volvemos con el loco en pelotas al que está entrevistando un loquero super famoso y una experta en   perfiles del FBI, pero el loco no dice ni Pamplona y en esas el psiquiatra recibe una caja que contiene...... La cabeza cortada de su hija. Hala, vuelve por otra. Y al hombre se ve que le afecta la cosa porque sale disparado a pegarle al loco hasta en el cielo de la boca. Normal, el pobre hombre ha perdido a su hija y está molesto, porque para colmo su mujer le abandonó al poco tiempo de nacer la niña.  El angelico se ha quedado solo en el mundo, que es una cosa muy triste. 

Y vuelta para atrás al pueblucho donde pasan cosas cada vez más raras, un flechazo entre Amanda y un tal Jacob (chico encantador pero con pasado atormentado), y de repente asi, sin más explicación, a Amanda la empieza a perseguir medio pueblo sin razón aparente, y ni su nuevo Romeo ni su padre pueden salvarla y desaparece, pero no solo ella, sino también su hermana pequeña, que en principio no la perseguía nadie pero se ve que es una oferta de dos por uno.

Lo siguiente que tenemos es al padre años después, enajenado perdido, viviendo en las montañas como un trampero, decapitando por encargo mozas a diestro y siniestro. Y al tal Jacob buscando a su amada e intentando frenar la vorágine de sangre. 

Y otra vez para adelante.  El loco, que resulta ser Jacob, encandila a la experta del FBI y la convence para que le suelte y escape con él y le ayude a resolver este follón, para lo cual deben volver a Salt Lake que ahora es un pueblo abandonado (para lo cual el autor no ofrece ninguna explicación).  Y alli acaban: Jacob (el loco), la del FBI, el psiquiatra más cabreado que una mona, el padre de Amanda que tiene que cumplir un ultimo encargo y la desaparecida mujer del psiquiatra. 

Entre medias pasan un montón de cosas que embrollan cada vez más la trama y me resulta imposible explicar. 

Y se desvela el pastel. ¿Estáis listos? Ya os digo yo que no. Resulta que la mujer del psiquiatra que se largó, tiene sueños en los que ve que por culpa de una mujer concreta van a suceder un montón de desgracias y hay que matarla para evitarlas. Y tiene toda una secta a su disposición que se encarga de ello una vez que el padre de Amanda las captura a cambio de, algún día, recuperar a su hija. Pero por error le dijo al padre de Amanda que la siguiente víctima era su propia hija y claro, se la cargaron y al psiquiatra le está costando un poco perdonárselo (que vale que te pires, pero que te cargues a la niña...) Y no se queda ahi la cosa, la del FBI resulta ser la tal Amanda, que la hipnotizaron y la dejaron en un centro de acogida.  La chica se hizo del FBI como podria haber hecho corte y confección. Pero de golpe lo recuerda todo, osea que el hipnotizador era un negado y hay un precioso y lacrimógeno reencuentro padre-hija-futuro yerno. Un cuento de hadas. 

A la loca que montó este pifostio con los sueños la matan y parece que todos van a vivir felices para siempre, hasta que en la última escena....chanchanchaaaaan una mujer en un convento entrega un papel con un asterisco de nueve puntas, un nombre y una fecha: Jacob.... La pesadilla continúa. Pero ¿quien es la misteriosa mujer? Pues nada menos que Carla, la desaparecida hermana menor de Amanda que por supuesto nadie sabe donde ha estado todo este tiempo, ni si la han entrenado para esto o ya venía loca de casa. 

Lo mejor de todo. ¡Hay segunda parte del libro!  Que malas son las drogas 

4,3,2,1 - PAUL AUSTER

Soy yo, está claro. Me he convertido oficialmente en una vieja amargada. No hay otra explicación a la decepción tan profunda que me están provocando autores que hasta hace poco me apasionaban. Primero fue Ken Follet y ahora Paul Auster.

Que me encantaron "Trilogia en Nueva York" y "Sunset Park".  "Brooklyn Follies" me pareció una obra de arte.  Asi que, cuando por fin se publicó esta última novela, a la que han llamado "la novela del año", me lancé directa a leerla. 

Bueno, además de una vieja amargada, me he vuelto gilipollas.  Tardé 150 páginas en entender de qué demonios iba la novela. En mi descargo diré que tiene 986 páginas, osea un 15% del libro.  

Cuenta la historia de un crío judío nacido en los años 40, al que le gustan los deportes y escribir.  Su padre tiene un negocio de electrodomésticos y su madre es fotógrafa.  A partir de ahí la cosa se embrolla de mala manera, porque cada capítulo parece que todo vuelve a empezar, hasta que caes en la cuenta de que está contando la historia del chico pero cambiando determinados aspectos fundamentales.  Por ejemplo en una de las versiones su padre muere, en otra, se divorcian. Unas veces estudia periodismo en Columbia, otras literatura en Stanford... Un follon. Y asi durante casi mil páginas, que ya no sabes si el crio es gay o no, si se ha liado con su prima o su prima es ahora su hermanastra.  No hay cristiano que lo entienda. Y el muy capullo va y te explica todo en las últimas cinco páginas, con lo fácil que habría sido hacerlo al principio. 

En definitiva, de esos libros que te terminas porque no das crédito a tanto despropósito y confías en una redención final que te reconcilie con un gran autor, pero no, de reconciliar nada. Retiro embajadores hasta nuevo aviso.

UNA COLUMNA DE FUEGO - KEN FOLLET

Hasta la fecha, Ken Follet era de esos autores a los que les habría comprado hasta la lista de la compra, si la hubiera publicado. Tanto sus obras de intriga tipo "El ojo de la aguja" o "La clave está en Rebeca", como las históricas ambientadas en distintas epocas.

Me encantó la trilogía de "La caída de los gigantes" en la que a lo largo de tres novelas de 800 páginas cada una, seguimos la historia de cinco familias de origen muy diferente, social y geográfico comenzando a principios del XX y hasta el día de hoy, con una miríada de personajes que se entremezclan sin cometer un solo error, sin una inconsistencia. En su día dijo que usaba una hoja excel para no confundirse.  En cualquier caso, admirable. 

Devoré en su día "Los Pilares de la Tierra", escrito con tal precisión que se podria usar como libro de texto en Historia del Arte.  La segunda parte "Un mundo sin fin", flojeó un poco. No sé, la historia no conseguía engancharme. 

"Una columna de fuego" es una especie de tercera parte en tanto en cuanto se desarrolla en Kingsbridge, aunque ambientada en el siglo XVI, en los convulsos años de revueltas religiosas que culminaron con el reinado de Isabel I y la muerte de María Estuardo.

Promete ¿verdad?, pues es una mierda.  Vale que Ken Follet es inglés y la objetividad no es lo suyo, pero vamos que solo le falta poner cuernos y rabo a Felipe II.  Los católicos en general y los españoles en particular se convierten en la bestia negra de la novela.  Los pobres protestantes no se metían con nadie. Por si fuera poco, la historia paralela de los protagonistas no puede ser más ñoña ni más previsible.  Un auténtico culebrón venezolano. Y lenta, muy lenta. Y larga, muy larga. 

Y es una pena, porque la época elegida es fascinante, y su idea de situar la trama en varios países es muy buena, con muchas posibilidades. Posibilidades que no aprovecha.

Igual se está haciendo mayor, o igual ha delegado en un "negro" para esta obra, pero no parece suya. ¿Le habrá dado un ictus?

BOTAS DE LLUVIA SUECAS - HENNING MANKELL

En Suecia hace un frío horroroso, pero horroroso de verdad, y tienen algo así como 7 minutos de sol al día durante 10 meses al año.  Con esas condiciones de vida, las alternativas son tres: montar muebles de Ikea como si no hubiera un mañana, beberte hasta el Mistol para entrar en calor, o escribir novela negra, porque francamente el ánimo no está para novelas de amor, que hay que desnudarse.  Pero está bien, han salido como hongos, pero hay que reconocer que a los nórdicos se les da bien esto de la novela negra. (Dejo para otro post mi opinión de los libros 4 y 5 de la saga Millenium).

Henning Mankell creó al detective Wallander, todo un soplo de aire fresco en comparación con los equivalentes americanos, de mirada intensa y alma torturada.  Wallander era real, estaba gordo, su mujer le había dejado, pero no en plan femme fatale, sino de un modo normal, como se divorcia todo el mundo.  En fin, que era un personaje creíble, y resolvía los misterios como debe ser, con mucho trabajo de campo y capacidad de deducción y por supuesto, sin montar una matanza en el camino.

En un momento dado, el autor decidió que ya estaba bien y premió la labor del esforzado detective, con diabetes y Alzheimer y en su lugar, colocó a su hija.  No cuajó y Mankell dejó de escribir durante unos años para dedicarse al activismo político pro-palestino, que es un hobby como otro cualquiera.

Y de repente publica BOTAS DE LLUVIA SUECAS, y una vez más me dejo engañar por los genios que escriben las contraportadas y me venden un supuesto misterio de casas en islas remotas, que arden espontáneamente con o sin bicho dentro.  Una de ellas, es la de un médico retirado viudo, más raro que un perro verde.

Pues eso, que al hombre, que vive como el abuelo de Heidi, en una casa dejada de la mano de Dios en una isla donde el viento se da la vuelta, le queman la casa hasta los cimientos con él dentro y se salva de milagro.  Y toda su obsesión es comprarse unas botas de agua, porque las suyas se han quemado, y tienen que se suecas, porque las cosas hechas en China ya se sabe que son una porquería.  Y el viejo se pone super pesado con las botas y entre medias interactúa con una peña rarísima, o que igual allí en Suecia son de lo más normal por lo que he dicho del frío y los muebles de Ikea, pero que aquí estarían encerrados o por lo menos vigilados muy de cerca por la familia.

Porque está el cartero jubilado que resulta que canta ópera y es un cotilla, y la hija, que el protagonista se enteró de que la tenía cuando la moza tenía casi 40 años, porque la madre, no se sabe muy bien porqué, no consideró conveniente compartir esa información con su marido (y luego yo me quejo de que mi marido y yo no hablamos).  La hija tiene un trago, porque el padre no sabe a que se dedica y finalmente averigua que es carterista en París (de las que roba carteras, no las hace).  También anda por ahí una periodista treintañera que cubre los incendios inexplicables y de la que se enamora el protagonista, que total solo le saca 40 años (si le funcionó a la Duquesa de Alba....) y la persigue de un modo sonrojante y ella le rechaza con una brusquedad que haría batirse en retirada al Séptimo de Caballería.  Pero en Suecia son inasequibles al desaliento. (Que le digan a Alfredo Landa como se las gastan la suecas)

En definitiva, que quién provocase los incendios es irrelevante, lo que hace a este libro único y afortunadamente irrepetible, es la fauna que lo puebla, que tiene un trago.

Lo volvería a leer, no.  Lo habría leído si lo hubiera sabido, posiblemente, soy masoca. Pero no lo recomiendo.  Mankell escribió cosas muy buenas antes de morir, esta no es una de ellas.

INTO THE WATER - PAULA HAWKINS

Voy a escribir 1000 veces "no volveré a leer bestsellers", hasta que se me meta en la cabeza.  Me leí el primer libro de esta mujer "La chica del tren" que me pareció una birria predecible con una protagonista francamente desagradable, borracha como un piojo durante la mayor parte del libro.  Pero borracha chunga, no con un pedo gracioso, no, de las que vomitan hasta el alma y se mean encima, una auténtica princesa de cuento.  

Pues no aprendo, voy y me leo el segundo, que es un galimatías indescifrable en torno a un río y un cerro de mujeres que desde tiempo inmemorial se suicida/asesinan saltando desde un acantilado sin explicación aparente. A unas las matan por brujas, a otras por celos, a otras por deporte, hay una tía por ahí que habla con los muertos, un policía grillado, una ex-gorda traumatizada, un profesor que se enamora de su alumna quinceañera.  En definitiva, una colección de personajes a cual más friki que el anterior y una cantidad exagerada de mujeres muertas. 

La autora utiliza un recurso literario muy socorrido por el cual cada capítulo lo dedica a un personaje que narra su movida en primera persona.  Como están todos bastante pirados y tienen visiones cuando menos originales de los acontecimientos el libro es bastante indescifrable. Te arrastras capítulo a capítulo esperando un desenlace emocionante, resistiendo la tentación de ir a la última página en un intento de acortar la agonía.  Pero llega el final, y es un asco.

Pero insisto, soy yo, del primer libro de esta moza han hecho película, probablemente de este también la hagan.  A este paso le dan el Nobel de literatura, o como poco un Oscar.  A Dios pongo por testigo que no me leeré su tercer libro.